Maizal

Hoy me siento de mejor humor la verdad, estoy mas contenta pese a que el día esta muy gris y triste, llueve, esta mañana me cale hasta los huesos, pero es lo que tiene la entrada del otoño que los días cada día están mas fríos.

Antes que nada quiero mandarle un fuerte beso y abrazo a Fairy-water, y decirla que tiene una amiga, aun que sea virtual, para lo que necesite. Y que te tengo un cariño enorme.

Todos los años dedicamos un día sobre estas fechas, para irnos a recolectar hojas de maíz y alguna que otra mazorca, pero sobre todo la hoja que cubre la mazorca, luego las utilizamos para hacer manualidades en determinados momentos. Bueno pues como todos los años estábamos en el campo, cerca de un maizal, todos juntos, íbamos un grupillo de 6 personas, el día transcurrió fenomenal, pasamos el día, comimos, hablamos, nos reimos, hicimos fotos. Y nos fuimos nosotras, los hombres se quedaron por que pasan de la recolecta, a por las hojas de la mazorca, íbamos de mazorca en mazorca cogiendo una hoja de cada, no es plan de dejar la mazorca expuesta y que no se termine de hacer, y estábamos llenando un cesto que teníamos, cuando de repente yo desaparecí del campo de visión de las demás, empezaron a llamarme, yo no contestaba, vieron que unas plantas de la mazorca empezaron a moverse y se liaron a chillar y salieron corriendo. En ningún momento se pararon a pensar que era yo que estaba diciéndolas donde estaba, por que no se como lo hice, me tropece con una mazorca, me caí de bruces contra el suelo, pero a la vez que me caía pegue dos brincos y me metí de lleno en el maizal, evidentemente desaparecí del campo visual de todas, estaba metida entre mazorcas tierra, y mosquitos. No era capaz de gritar y decir "" eee que estoy aquí" así que se me ocurrió la fantástica idea de agitar la planta, pero claro nunca pensé que iban a salir corriendo gritando "un bicho gordo nos quiere comer." (hombre me sobran kilitos pero no soy un bicho gordo que se las quería comer) Así que nada recogí las panochas que me había llevado por delante en mi caída (era una tontería cogerlas de la planta cuando yo ya había arramplado con ellas) salí de mi escondite, y me fui donde estaban todo. Por el camino nos encontramos todos, ellos habían salido corriendo para ver donde estaba, las otras detrás pero con miedo, yo con un cabreo del quince, pensando en la bronca que les iba a soltar. Al final quedo todo entre risas y en bromas.

Conservaba un moraton enorme en la pierna, menos mal que ya casi curado, jejeje. Ya no se si tendré ganas el año que viene de volver a por maíz, que luego me emociono y termino en el suelo jajaja.