El mar


Me gusta el mar, me encanta, no para vivir cerca de el, pero si para verlo una vez al año como minimo. Me gusta mucho sentir sus aguas entre mis pies mientras se van undiendo entre la arena, me gusta sentir como me acaricia despacio para poco despues alejarse... Me gusta dar largos paseos al anochecer, ver como a lo lejos el sol va desapareciendo dejando tras el sus tonos rojizos, naranjas y amarillos, para dar paso a la noche. Y entrada ya la noche, si la luna nos deja ver su rostro hermoso, redondo y grande, caminar bajo su luz a orillas del mar y seguir sintiendo las suaves caricias de sus aguas.

Y por el dia me gusta sumergirme de lleno en sus profundidades, sentirle como un amante que te envuelve entre sus brazos, me gusta explorar cada rincon que me permite ver y estar, me gusta nadar en sus aguas, rodeada por sus inquilinos, pequeños peces de colores, estrellas marinas que reposan felices en la arena, cangrejos que van buscando una vivienda mas grande y acojedora, pulpos que se esconden entre las rocas...

Me gusta mirar al horizonte e imaginarme mil y una historias que han pasado o pasaran...

Pero este año volvere a quedarme sin ver el mar, sin sentirlo, sin olerlo, sin imaginarme historias, sin ver la cara de la luna reflejada en sus aguas, otro año mas volvere a echar mano del recuerdo, pero se que seguira cuando pueda volver a verlo.

6 Me susurraron:

Que te puedo decir yo del mar, soy isleña, y no se vivir sin el. Me da la vida, es parte de mi, es un sentimiento que creo solo se puede explicar si as nacido practicamente en el mar. Ahora vivo alejada de el, hace 4 años años que solo lo veo de vez en cuando, aunque no vivo lejos, no es lo mismo. En mi isla lo puedes ver casi desde cualquier punto, y eso es lo que mas echo de menos. Oir su murmullo, su furor, oler su suave salitre y dejarme acariciar por el, oh Ayla, no sabes cuanto lo añoro. Voy cada año, y cada vez me doy cuenta de por que etoy tan locamente enamorada de el.
Algun dia, cuando sea viejita, quiero poder dormirme oyendo su cantar, quiero abrir la ventana y sentir su brisa en mi rostro, algun dia sé que volveré, y que nada me volverá a separar de el. Algun dia...
Besos.

 

No sé qué magia tiene el mar que a todos nos embelesa.
Tú tranquila, si éste año no puede ser... piensa cómo lo disfrutarás cuando te vuelvas a sumergir en él!
Un besazo... todo llegará!

 

En algún punto de mi vida, el mal representaba la parte en la que siempre quise vivir. (Te imaginas si todos viviésemos en el mar - arriba, sobre, bajo...no importa- y la costa o animales salvajes fuesen los terráneos?) Acabé de leer tu post y me supo a brisa nocturna la noche. Está lloviendo por acá, en la mitad del mundo. Debe ser eso.

Un abrazo.

 

Te encontré en el blog de Latrís, me llamo la atención tu nombre, hay un personaje de uno de mis libros favoritos que se llama así, Ayla, y me quedare en tu blog para explorarlo junto al café de mis noches blogeras.
Un abrazo!

 

Fairy-water, entonces entenderas lo que es amar al mar, a mi tambien me gustaria de viejecita dormirme con el sonido del mar, ya me gusta hacerlo ahora que soy joven... Quien sabe a lo mejor se puede hacer mucho antes de lo que esperamos.

Latris, estoy ansiosa de ver mi mar, pero como dicen lo bueno se hace esperar... ya llegara el momento.

Batusai, bienvenido a este pequeño rinconcito, me recuerda tu nombre al nombre del protagonista de una serie de anime jeje Si todos pudieramos vivir en el mar seguramente, por lo menos a mi pensar, se perderia esa magia que tiene, a los humanos nos atrae siempre lo desconocido...

Mayela Bou bienvenida a ti tambien, sobre mi nombre tienes razon lo teme de los libros que mencionas, de hecho uno de mis primeros post es una de las historias que cuentan en el libro cuando todas las mujeres estan reunidas. Ayla como me encanta esa mujer, la fuerza que tiene, su pureza... Me encantan esos libros.

 

El mar es el hogar de donde todos vinimos, todos tenemos en nuestro interior el ser que abrio por primera vez sus ojos en este mundo y lo primero que sintio fué el frescor y la ingravidez de las aguas azules, ese recuerdo nos sigue acompañando aunque no seamos conscientes de ello.

¿Habeis probado de sentaros en silencio frente al mar, vaciar la mente, dejar que las olas se lleven vuestras inquietudes y traigan el mensaje de las profundidades, de acompasar vuestra respiración con el ritmo de las olas?

¿Os habeis fundido con él una noche oscura, cuando ya no existe el horizonte? el mundo y tu dejais de estar separados, vuelves a ser esa gota que le falta.

¡Cuantas emociones nos evocan las olas rompiendo contra las rocas!

 

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